lunes, 29 de agosto de 2011



Una de las hermosas regiones que posee Venezuela, está conformada por los Llanos, extensas sabanas que se pierden en el horizonte, donde la vegetación y la fauna tan variada, son de una belleza única y sobrecogedora. Sus inmensas tierras poseen una cantidad de ecosistemas que brindan la oportunidad de apreciar una diversa cantidad de paisajes y vivencias que hacen del Llano una experiencia muy gratificante para los amantes de la naturaleza.
En esta región se pueden apreciar dos grandes estaciones que establecen una marcada diferencia en la vida del llano: La lluvia y la sequía. En la primera los bosques de galería, caños y las sabanas; llenas de palmas, corozos, merecures, samanes que presentan todo su esplendor en la época donde el verdor resplandece y se logra observar al llano florecido. En la segunda, el verde se transforma en amarillo y marrón, el polvo cubre las llanura, la vida se extingue y la mayor parte de la región se concentra en unos pocos focos donde permanece el agua. Estos cambios tan radicales hacen que el llano tenga dos períodos de atracción opuestos e igualmente llamativos, donde la naturaleza cambia de forma tal que un mismo lugar presenta dos paisajes totalmente distintos de una estación a la otra.

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